El fracaso del comunismo de guerra y la crisis consiguiente supusieron la necesidad de replantear la política soviética. La Nueva Política Económica, conocida como NEP, no era solo un nuevo enfoque económico, sino afectaba a la base misma de la política de alianzas del proletariado en un país de mayoría campesina y ante el reflujo de la revolución europea. Así, el objetivo político de la NEP era reestructurar la alianza obrero-campesina, muy deteriorada y que condicionaba, a su vez, el objetivo económico esencial: desarrollar las maltrechas fuerzas productivas del país.
Familia obrera durante la Revolución Bolchevique. |
Al final de la guerra civil la situación económica era muy grave, pero la problemática política también era crítica. En marzo de 1919, Lenin apuntaba el peligro de un distanciamiento de los soviets respecto a las masas trabajadoras y de su supeditación a un Estado cada vez más burocratizado. Este fenómeno, acelerado durante el comunismo de guerra, tuvo también su repercusión en el partido bolchevique.
El X Congreso del partido (8-16 de marzo de 1921) aprobó las líneas generales de la nueva política económica, precisada y concretada a todos los niveles y ello contra la opinión de la oposición obrera, que propugnaba mayor autonomía por parte del proletariado industrial. La medida principal fue la abolición del sistema de requisas a los campesinos, sustituido por un impuesto en especie proporcional al producto neto que no superara el mínimo de la subsistencia familiar del campesinado. Con ello se esperaba organizar el intercambio entre industria y agricultura y restablecer la gran industria como base económica. Esto provocó la ampliación del mercado de productos agrícolas y la extensión de las relaciones de mercado y de la circulación monetaria, como un medio para eliminar contradicciones entre proletariado industrial y campesinado.
Esta fase dio paso en octubre de 1921 a una redefinición que establecía claramente las relaciones de mercado y la circulación monetaria, es decir, una búsqueda de nuevas alianzas con el campesinado renunciando a subordinarlo a los aparatos económicos de estado y desarrollando formas organizativas (cooperativas) y propugnando una revolución cultural.
Después de los pactos federativos de 1920-1921, Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia se federaron en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (diciembre de 1922: constitución definitiva en enero de 1924), a la que se incorporaron después Uzbekistán, Turkmenistán (1924) y Tadzhikistán (1929). Un Consejo de las Nacionalidades constituiría una de las dos cámaras del C.E.C de la URSS.
Sección ocupada por la URSS. |
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